La fama mundial de Tomás de Kempis se debe a que él escribió La
Imitación de Cristo: el libro que más ediciones ha tenido, después de la
Biblia. Este precioso librito es llamado «el consentido de los libros»
porque se ha sacado en las ediciones de bolsillo más hermosas y lujosas,
ha tenido ya más de 3,100 ediciones en los más diversos idiomas del
mundo. Su primera edición salió en 1472, 20 años antes del
descubrimiento de América (un año después de la muerte del autor), y
durante más de 500 años ha tenido unas 6 ediciones cada año. Caso raro y
excepcional.
Tomás
nació en Kempis, cerca de Colonia, en Alemania, en el año 1380. Era un
hombre sumamente humilde, que pasó su larga vida (90 años) entre el
estudio, la oración y las obras de caridad, dedicando gran parte de su
tiempo a la dirección espiritual de personas que necesitaban de sus
consejos.
Empezar por uno mismo.
En ese tiempo muchísimas
personas deseaban que la Iglesia Católica se reformara y se volviera más
fervorosa y más santa, pero pocos se dedicaron a reformase ellos mismos
y a volverse mejores. Tomás de Kempis se dió cuenta de que el primer
paso que hay que dar para obtener que la Iglesia se vuelva más santa, es
esforzarse uno mismo por volverse mejor. Y que si cada uno se reforma a
sí mismo, toda la Iglesia se va reformando poco a poco.
Una asociación muy útil.
Kempis
se reunió con un grupo de amigos en una asociación piadosa llamada
«Hermanos de la Vida Común», y allí se dedicaron a practicar un modo de
vivir que llamaban «Devoción moderna» y que consistía en emplear largos
ratos de oración, la meditación, la lectura de libros piadosos y en
recibir y dar dirección espiritual, y dedicarse cada uno después con la
mayor exactitud que le fuera posible a cumplir cada día los deberes de
su propia profesión. Los que pertenecían a esta asociación hacían
progresos muy notorios y rápidos en santidad y la gente los admiraba y
los quería.
Un ascenso difícil.
Tomás tiene muchos deseos de
ser sacerdote, pero en sus primeros 30 años no lo logra porque sus
tentaciones son muy fuertes y frecuentes y teme que después no logre ser
fiel a su voto de castidad. Pero al fin entra a una asociación de
canónigos (en Windesheim) y allí en la tranquilidad de la vida retirada
del mundo logra la paz de su espíritu y es ordenado sacerdote en el año
1414. Desde entonces se dedica por completo a dar dirección espiritual, a
leer libros piadosos y a consolar almas atribuladas y desconsoladas. Es
muy incomprendido muchas veces y sufre la desilusión de constatar que
muchas amistades fallan en la vida (menos la amistad de Cristo) y va
ascendiendo poco a poco, aunque con mucha dificultad, a una gran
santidad.
Fuente santamariadelapaz.org
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