
Martirologio Romano:
En
el monte Carmelo, en Palestina, beato Bertoldo, que, abandonando la
milicia, fue admitido entre los hermanos que profesaban vida religiosa
en ese monte, y más adelante, elegido prior, encomendó la piadosa
comunidad a la Madre de Dios. (c. 1188).
Breve Biografía
San Bertoldo nació en Francia y estudió teología en París, donde fue elevado al sacerdocio.
Con
su pariente Aimerico, que después llegó a ser patriarca latino de
Antioquía, acompañó a los cruzados hacia el oriente y, se encontraba en
Antioquía en el tiempo en que ésta fue sitiada por los sarracenos.
Se
dice que tuvo una revelación divina, por la que se le dio a conocer que
el sitio de la población era un castigo por los pecados y especialmente
por la vida licenciosa de los soldados cristianos.
Bertoldo se
ofreció en sacrificio e hizo voto de que si los cristianos eran salvados
de ese gran peligro, dedicaría el resto de su vida al servicio de la
Santísima Virgen. En una visión se le apareció Nuestro Señor acompañado
de Nuestra Señora y San Pedro, llevando en sus manos una gran cruz
luminosa; el Salvador se dirigió a Bertoldo y le habló de la ingratitud
de los cristianos, en pago por todas las bendiciones que habían llovido
sobre ellos.
Debido a las insistencias y advertencias del santo,
los ciudadanos y los soldados fueron movidos a penitencia. Aunque
estaban débiles por los ayunos y privaciones, salieron completamente
victoriosos cuando tuvo lugar el siguiente asalto y la ciudad y el
ejército fueron liberados. Todo esto sin embargo, al parecer, es una
leyenda.
Lo cierto es que por los esfuerzos de un Bertoldo,
pariente del patriarca Aimerico, se formó una congregación de sacerdotes
en el Monte Carmelo.
Se dice que Bertoldo llevó a su comunidad
muchos de los dispersos ermitaños latinos que habían habitado
anteriormente en la comarca. Más aún, gracias a su desprendimiento y
santidad, fue un ejemplo para la Orden de los Carmelitas, de la que es
llamado a menudo fundador.
Parece haber sido probable mente su primer superior, y haber sido alentado por Aimerico.
La
vida de Bertoldo transcurrió, en gran parte, en la oscuridad y no hay
mucho que relatar acerca de él, excepto el haber emprendido la
construcción y reconstrucción de edificios monásticos y el haberlos
dedicado en honor del profeta Elías.
Así lo informó después Pedro
Emiliano al rey Eduardo I de Inglaterra, en una carta fechada en 1282.
San Bertoldo gobernó la comunidad por cuarenta y cinco años y parece
haber permanecido allí hasta el tiempo de su muerte, que ocurrió
alrededor del año 1195.
El padre Papebroch el bolandista,
escribiendo en el Acta Sanctorum, marzo, vol. III, sostenía que San
Bertoldo fue el primer superior de la orden carmelitana y que los
ermitaños que él reunió a su alrededor no tenían más comunicación con
Ellas, que el hecho de haber vivido cerca del Monte Carmelo y haber
venerado su memoria. Esta afirmación llevó a una deplorable y acre
controversia que duró más de dos siglos, pero todos los estudiosos están
de acuerdo en que la opinión del bolandista estaba plenamente
justificada. Falta evidencia histórica que pueda establecer cualquier
clase de continuidad entre el grupo de ermitaños carmelitas de San
Bertoldo y los "Hijos de los Profetas".
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