Santo 24 de Octubre : San Antonio María Claret que Enseñó a los Pobres a Ahorrar - Fundador de los Claretianos y Patrono de las Tejedoras, del Ahorro y de las Editoras

 

San Antonio María Claret

ARZOBISPO CLARETIAN Y FUNDADOR

Nacido:
23 de diciembre de 1807, Sallent
Murió:
24 de octubre de 1870, Fontfroide
Canonizado:
7 de mayo de 1950 por el Papa Pío XII
Patrono de:
Comerciantes Textiles, Tejedores, Ahorros (enseñaron a los pobres la importancia del ahorro), Prensa Católica, Misioneros Claretianos Hijos del Inmaculado Corazón de María.

El fundador de los Misioneros Hijos del Inmaculado Corazón de María, Antonio María Claret, murió en el monasterio cisterciense de Fontfroide en Francia en esta fecha de 1870. Fue canonizado en 1950 e inscrito en el Calendario Romano en 1960. Antonio nació en Salent en la Diócesis de Vich en Cataluña, España, en el año en que Napoleón invadió España. Fue entrenado para el trabajo manual, ya que su padre era tejedor, pero en 1829 ingresó al seminario de Vich. Ordenado al sacerdocio en 1835, fue asignado como párroco en su parroquia natal. Más tarde se fue a Roma a trabajar para la Propagación de la Fe. Ingresó también en el noviciado de los jesuitas pero tuvo que abandonarlo por problemas de salud, por lo que regresó a España y fue destinado como párroco de una parroquia. Su apostolado consistió en la predicación rural, conferencias para el clero y publicaciones (escribió más de 150 libros). Debido a su exitoso apostolado despertó la animosidad de una parte del clero y como consecuencia se fue de Cataluña a Canarias (1848). Al cabo de un año volvió a Cataluña y retomó su apostolado de predicación.
En 1849 Antonio reunió a cinco sacerdotes que formaron la base de los Misioneros Hijos del Inmaculado Corazón de María (conocidos popularmente como claretianos). Por sugerencia de la Reina de España, Isabel II, Antonio fue nombrado arzobispo de Santiago de Cuba (1850). Durante los siete años siguientes realizó visitas pastorales, predicó contra la esclavitud de los negros y regularizó numerosos matrimonios. Como consecuencia de su actividad fue amenazado de muerte con frecuencia y en una ocasión incluso se atentó contra su vida. En 1857 fue llamado a España como confesor de la reina. De esta manera pudo ejercer cierta influencia en el nombramiento de obispos, establecer un centro de estudios eclesiásticos en El Escorial y trabajar por el reconocimiento de las órdenes religiosas en España. En 1869 estaba en Roma, preparando el Concilio Vaticano I. Siguió a Isabel II al exilio y, ante la insistencia del embajador español, fue puesto bajo arresto domiciliario en el monasterio cisterciense de FontFroide, donde murió a la edad de 63 años. Sus restos finalmente fueron devueltos a Vich.
FUENTE: La Enciclopedia Católica