Santo 28 Marzo : Beata Juana María de Maillé - Terciaria Franciscana - Tuvo una primera visión de la Virgen María y del Niño Jesús en 1342

28 de marzo - 1414 d.C.
Nació en el castillo de La Roche, diócesis de Tours y era hija del
barón de Maillé. Tuvo una primera visión de la Virgen María y del Niño
Jesús en 1342 y se consagró a honrar la Pasión de Cristo. Recibió la
primera educación religiosa de un franciscano, confesor de la familia;
él le enseñó el amor ardiente a Cristo, a María y a san Francisco de
Asís.
Ella se empeñó en imitar sus virtudes, especialmente el amor a la
pobreza, a la humildad y a la oración, y se hizo hija suya militando
entre los hermanos y las hermanas de la Penitencia de la Tercera Orden
Franciscana, aunque esta tradición no está probada.
Al quedarse huérfana se fue a vivir con su abuelo que le procuró un
ventajoso matrimonio con el barón de Silly, con el cual vivió en
virginidad durante 16 años, y se prodigaron en obras de caridad y
religión. Después de la muerte del marido (1362) en la guerra, la
familia de su marido la expulsó del castillo y ella volvió a La Roche
con su madre y hermanas. Aquí se mantuvo fiel a sus propósitos y se negó
a contraer matrimonio y decidió trasladarse a la ciudad de Tours.
En esta ciudad hizo votos privados ante el obispo de pobreza y
castidad; se dedicó a la atención de los más pobres y enfermos,
especialmente con los leprosos. Su familia la tomó por loca y logró que
se la desterrase de Tours. Se refugió en una ermita abandonada de
Planche de Vaux donde vivió algunos años en vida contemplativa. Obligada
por las condiciones de salud a regresar a Tours en 1386, se fue a vivir
junto al convento de los Cordígeros, nombre popular de los
Franciscanos, y se puso bajo la dirección del Padre Martín de Bois
Gaultier. Su celo la llevó varias veces a la corte de Carlos VI, el rey
loco, ya a Tours, ya a París, para intentar que corrigiera sus
costumbres. Fue favorecida con carismas místicos, era consultada en
todas partes y admirada por sus penitencias y por su santidad. La
envidia de algunos no la dejaron, así cuando un día estaba en oración en
una iglesia le tiraron una piedra que le dio en la cabeza y que la dejó
muy maltrecha y dos años después murió en Tours a los 82 años. Su
cuerpo fue sepultado con el hábito de las clarisas. Su culto fue
confirmado el 27 de abril de 1871 por el Beato Pío IX.
Fuente: (Parroquia San Martín de Porres)
Comentarios
Publicar un comentario