Santo 16 Marzo : San Abraham Ermitaño († 376) Insistía siempre lleno de Mansedumbre y Caridad, recibiendo los Malos tratos con una Sonrisa

San Abraham
Ermitaño
(† 376)
Debió
de nacer en Edesa, en la Mesopotamia del norte, y el primer episodio
que conocemos de su vida es extraño y escandaloso: en su noche de bodas
abandonó a la novia y huyó muy lejos, hasta la región del Helesponto, lo
que hoy llamamos estrecho de los Dardanelos, para convertirse en
penitente ermitaño.
Allí, en una gruta vivió diez años en la más
completa soledad, sin más que un manto y un cilicio para vestirse, una
estera para dormir, un vaso para beber un poco de agua y hierbas crudas
del campo por todo alimento.
El
obispo de Lampsaco (ahora la ciudad turca de Lapseki) le suplicó que
accediera a evangelizar a un pueblo de aquellos contornos cuya barbarie
era proverbial y que se distinguía también por su tenacidad en el
paganismo. El eremita, muy a pesar suyo, acabó aceptando tal misión, y
después de ser ordenado de sacerdote, se dirigió hacia allí.
Lo
primero que hizo fue levantar una suntuosa iglesia, para que el
verdadero Dios tuviese una casa digna de Él, y luego destruyó los ídolos
a los que tan apegados estaban los indígenas; éstos, como era
previsible, montaron en cólera, le dieron una soberana paliza y le
echaron. Al día siguiente volvió para predicar, y se repitió la misma
escena, con palos e injurias hasta darle por muerto.
Así una y
otra vez Abraham insistía siempre lleno de mansedumbre y caridad,
recibiendo los malos tratos con una sonrisa, hasta que al cabo de tres
años su ejemplo inaudito conmovió a los idólatras, que pidieron hacerse
cristianos. El les instruyó en la fe, bautizó a un millar de personas y
en seguida huyó a su gruta para seguir viviendo hasta su muerte en la
bendita soledad con Dios.
Texto de: la Parroquia "Sagrada Familia" ( Diócesis Tui - Vigo - España )
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