
Santa
Eulalia (llamada también Olaya, Olalla, Eulària o Laia) (Barcelona, h.
290-ibídem, 12 de febrero de 303) fue una mártir cristiana. Es
considerada santa tanto por la Iglesia católica como por la ortodoxa.
Es
la patrona de Barcelona. Además, es también patrona de los municipios
de Hospitalet de Llobregat, Pallejá (Barcelona), Perpiñán (Francia),
Esparraguera (Barcelona), Santa Eulalia del Campo (Teruel), Riudecols
(Tarragona) y de las localidades de Villagarcía de la Vega, Ribas de la
Valduerna (León), Cunas (La Cabrera, León), Santa Eulalia de Cabrera
(Provincia de León) y La Horra Provincia de Burgos.
La leyenda,
de la que se tiene constancia a partir del siglo vii, se remonta a la
época romana. Según la tradición cristiana, Eulalia fue una niña,
educada en el cristianismo, que vivió en las afueras de la ciudad de
Barcino (Hispania), en lo que hoy es Sarriá, a finales del siglo iii.
Con 13 años, durante el período de persecuciones a los cristianos del
emperador Diocleciano (284-305 d. C.), Eulalia se escapó de su hogar y
fue a buscar al gobernador de Barcino para recriminarle las represiones.
El gobernador, ante la negativa de la niña a renunciar a la fe
cristiana, la condenó a trece martirios, tantos como años tenía.
Santa Eulalia de Barcelona (Catedral de la Santa Cruz y Santa Eulalia de Barcelona
Según
la tradición, como primer tormento fue encarcelada en una prisión
oscura, para posteriormente ser azotada. En el ecúleo le fue desgarrada
la carne con garfios. Luego fue puesta de pie sobre un brasero ardiendo y
le fueron quemados los pechos. Las heridas le fueron fregadas con
piedra tosca, para luego arrojarles aceite hirviendo y plomo fundido,
además de lanzarla a una fosa de cal viva.
El noveno tormento,
uno de los más conocidos popularmente, consistió en ponerla desnuda
dentro de un tonel lleno de cristales, clavos y otros objetos punzantes,
siendo lanzada por una calle en bajada.
Posteriormente, fue
encerrada en un corral lleno de pulgas. Finalmente, fue paseada desnuda
por las calles de la ciudad hasta el lugar del suplicio donde fue
crucificada en una cruz en forma de aspa. Según la leyenda, durante su
crucifixión se produjo una nevada, tapando la pureza de su cuerpo
desnudo. También según la tradición popular, al final de su oración de
que el Señor la tomara a Su Reino, la gente vio salir de su boca volando
hacia el cielo una paloma blanca.
Otras leyendas
A lo largo
de los siglos, otras leyendas y mitos han surgido sobre la santa. En 878
los restos de la santa, que estaban enterrados en Santa María de las
Arenas, fueron trasladados a lo que hoy es la Catedral. Según la
leyenda, cuando la comitiva que llevaba el arca llegó a la puerta de la
ciudad, el sarcófago se volvió tan pesado que resultaba imposible
moverlo. En ese instante, apareció un ángel que señaló con el dedo a uno
de los canónigos de la procesión. Este, arrepentido, confesó que se
había quedado un dedo del pie de la santa como reliquia. Una vez
restituido el dedo mutilado, los restos pudieron cruzar las murallas.
Desde
1868 Santa Eulalia comparte el patronazgo de Barcelona con la Virgen de
la Merced y, en honor a ella, la ciudad celebra en el mes de febrero
las fiestas de Santa Eulalia. La cultura popular atribuye a las lágrimas
de Santa Eulalia, triste por el olvido de los barceloneses, las lluvias
que a menudo deslucen las celebraciones de La Merced.
Fuente de Wikipedia
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