Santo 19 Enero : Santos Mario, Marta, Audifax y Abaco - Cuatro Mártires, Miembros de la misma Familia, eran Persas de Origen
Santos Mario, Marta, Audifax y Abaco, mártires
19 de enero †: c. s. IV - país: Italia
canonización: pre-congregación
hagiografía: Santi e Beati
Elogio:
En la vía Cornelia, en el decimotercer miliario antes de Roma, en el
cementerio de Ninfa, santos Mario, Marta, Audifax y Abaco, mártires.
Mario
no es, como comunmente se cree, el masculino de María, sino que
proviene del antiguo gentilicio (cognomen) romano «Marius», derivado a
su vez del etrusco «maru», que significa «varón». Su difusión se inicia a
partir del Renacimiento, por evocación del político y militar romano,
el general y cónsul Mario -adversario del aristocrático Sila-,
considerado un defensor del pueblo y de la democracia, y muerto en el 86
aC.
En
el ámbito cristiano se venera a san Mario el 19 de enero, aunque en
algunos antiguos martirologios su fecha está puesta el 20 del mismo mes;
junto a él se evoca a su mujer Marta y sus hijos Audifax y Abaco, todos
mártires en Roma. Según una legendaria «Passio» del siglo VI, los
cuatro mártires, miembros de la misma familia, eran persas de origen, y
dejaron su patria para ir a Roma a venerar las reliquias de los
mártires, como hacían en aquellos tiempos muchos cristianos. Algunos
antiguos Martirologios colocan esta venida a Roma y los hechos sucesivos
hacia el 268/270, al tiempo del reinado de Claudio II, cuando se sabe
perfectamente que no hubo persecuciones contra los cristianos; la
reciente edición del Martirologio Romano, en cambio, indica el inicio
del siglo IV como fecha de su martirio, a partir de este dato podemos
asumir que la familia persa-cristiana se alojó o afincó en Roma por un
cierto número de años. El siglo III fue un período de tolerancia hacia
el cristianismo y por tanto de gran expansión, al menos hasta la vejez
de Diocleciano quien, en el 293, empujado por el cónsul Galerio, emitió
tres edictos de persecución.
En Roma se asociaron al presbítero
Juan, para dar una digna sepultura a 260 mártires en la Vía Salaria
-evidentemente víctimas de la mencionada persecución de Diocleciano- que
yacían decapitados y sin sepultara, en campo abierto. Por supuesto que
esta piadosa acción no podía pasar inadvertida, dado el gran número de
cuerpos, por lo que Mario y sus familiares fueron descubiertos,
arrestados, y conducidos a los tribunales. Primero el prefecto Flaviano y
luego el gobernador Marciano, siguiendo las normas de los edictos
imperiales, los interrogaron, invitándolos a sacrificar a los dioses;
habiéndose negado, fueron condenados a la decapitación los tres varones,
en la Vía Cornelia, mientras que para Marta se escogió un estanque a
poca distancia «in Nimpha». Sus cuerpos fueron recogidos por la pía
matrona romana Felicitas, y sepultados en una propiedad suya de las
afueras llamada «Buxus» (hoy Boccea), sobre la misma Vía Cornelia.
Éste
el resumen de la Passio del siglo VI. Sucesivos estudios dan diversas
formulaciones de estas vidas, encontrándose legendarios dos aspectos: el
origen persa y el hecho de pertenecer a la misma familia. Debe tenerse
presente que en las pasiones de los primeros siglos era frecuente la
tendencia a transformar grupos de mártires en miembros pertenecientes a
un mismo núcleo familiar. Según los estudiosos, es probable que el grupo
haya estado compuesto por cristianos, habitantes de Lorium, una villa
imperial distante unos 20 kilómetros de Roma. Sobre el lugar del
martirio, en el término de Boccea, surgió luego una iglesia, de la cual
son aun visibles los restos, y que fue meta de peregrinación en el
Medioevo.
En lo que respecta a sus reliquias, hay tenido un
destino complicado: algunas fueron trasladadas a Roma, a las iglesias de
San Adrián y de Santa Praxedes, y parte de ellas, en el 828, fueron
enviadas a Eginardo, el biógrafo de Carlomagno, que las donó, como era
uso en ese momento, al monasterio de Selingenstadt.
Traducido para ETF de un artículo de Antonio Borrelli. Ver Acta Sanctorum enero, II, pág. 214ss.
fuente: Santi e Beati
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