Santo 21 de Diciembre : San Pedro Canisio, Jesuita que fue Abogado del Rosario - Patrono de la Prensa Católica y de Alemania
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La somnolencia de los buenos
“Vean, Pedro duerme, Judas está despierto”.
Estas
palabras de Pieter Kanijs son citadas por el papa Benedicto XVI al
inicio de la Cuaresma de 2011, y definidas como “un grito de angustia en
su momento histórico”, destinadas a sacudir “la somnolencia de los
buenos”.
Nacido en 1521 en Nimega, un pueblo holandés que
entonces se encontraba en el ducado germánico de Güeldres y por lo tanto
en el Sacro Imperio Romano Germánico.
“Tú conoces, Señor, de
cuántas maneras y cuántas veces en aquel mismo día me has confiado
Alemania por la cual enseguida habría continuado a ser solícito, por la
cual habría deseado vivir y morir”.
Ingresó
a la Compañía de Jesús en 1543, después de haber realizado los
Ejercicios Espirituales bajo la dirección de Pedro Fabro, y participó en
el Concilio de Trento en 1547 y en 1562, expresamente llamado por el
obispo de Augsburgo, cardenal Otto Truchsess von Waldburg. En esa
ocasión comenzó a usar la forma latina de su nombre.
En el
espíritu de la Reforma católica promovida por el Concilio tridentino, su
principal misión fue el despertar las raíces espirituales de los fieles
individuales y del cuerpo de la Iglesia en su conjunto.
Recorriendo Europa
Después
de un breve tiempo en Roma y en Messina, fue enviado al ducado de
Baviera, donde trabajó como decano, rector y vice-canciller de la
universidad de Ingoldstadt. Luego en Viena, donde fue administrador de
la Diócesis y popularísimo predicador en la Catedral de San Esteban,
dedicándose también al ministerio pastoral en hospitales y cárceles. En
1556 fue nombrado primer Padre provincial de la Provincia de la
Alemania Superior. Creó en los países germánicos una red de comunidades y
colegios jesuitas, siempre en el espíritu de apoyo a la reforma
católica; con el mismo fin, participó en importantes negociaciones, en
calidad de representante oficial de la Iglesia.
“En su amorosa
providencia, - ha escrito san Juan Pablo II en su carta a los Obispos
alemanes con ocasión del IV centenario de su muerte - Dios hizo de san
Pedro Canisio su propio embajador en un período en el que la voz del
anuncio católico de fe en los Países de lengua alemana arriesgaba con
silenciarse.”
“Embajador del anuncio católico”
“San Pedro
Canisio transcurrió buena parte de su vida en contacto con las personas
socialmente más importantes de su tiempo y ejercitó una influencia
especial con sus escritos. Fue editor de las obras completas de san
Cirilo de Alejandría y de san León Magno, de las Cartas de san Jerónimo y
de las Oraciones de san Nicolás de Fluë. Publicó libros de devoción en
varias lenguas, las biografías de algunos Santos suizos y muchos textos
de homilética. Pero sus escritos más difundidos fueron los tres
Catecismos compuestos entre 1555 y 1558. El primer Catecismo estaba
destinado a los estudiantes en condiciones de entender nociones
elementales de teología; el segundo a los muchachos del pueblo para una
primera instrucción religiosa; el tercero a los chicos con una formación
escolástica a nivel de escuelas medias y superiores. La doctrina
católica era expuesta con preguntas y respuestas, brevemente, en
términos bíblicos, con mucha claridad y sin acentos polémicos. Solamente
durante el lapso de su vida ¡las ediciones de este Catecismo han sido
200!”
Su actividad en favor de la Reforma católica, sostenida por
maneras afables y corteses, encontró el pleno favor ya sea del
emperador Fernando I que del papa Gregorio XIII: no amaba subrayar
herejías o errores en la doctrina sino evidenciar los aspectos de
perenne novedad de la doctrina católica.
En sus últimos años
fundó en Friburgo (Suiza) en 1580, el colegio Sankt Michael, que luego
fue transferido a Feldkirch y finalmente a St. Blasien en la Selva
Negra. A su muerte, el 21 de diciembre de 1597, fue sepultado en la
iglesia universitaria de Friburgo Sankt Michael.
Conexiones:
Papa Benedicto XVI, audiencia general del 9 de febrero 2011
https://w2.vatican.va/content/benedict-xvi/it/audiences/2011/documents/hf_ben-xvi_aud_20110209.html
Papa Juan Pablo II, carta a los Obispos alemanes con ocasión del IV centenario de la muerte de Pedro Canisio
http://w2.vatican.va/content/john-paul-ii/it/letters/1997/documents/hf_jp-ii_let_19970925_canisio.html<p> </p>La
somnolencia de los buenos
“Vean, Pedro duerme, Judas está despierto”.
Estas
palabras de Pieter Kanijs son citadas por el papa Benedicto XVI al
inicio de la Cuaresma de 2011, y definidas como “un grito de angustia en
su momento histórico”, destinadas a sacudir “la somnolencia de los
buenos”.
Nacido en 1521 en Nimega, un pueblo holandés que
entonces se encontraba en el ducado germánico de Güeldres y por lo tanto
en el Sacro Imperio Romano Germánico.
“Tú conoces, Señor, de
cuántas maneras y cuántas veces en aquel mismo día me has confiado
Alemania por la cual enseguida habría continuado a ser solícito, por la
cual habría deseado vivir y morir”.
Ingresó a la Compañía de
Jesús en 1543, después de haber realizado los Ejercicios Espirituales
bajo la dirección de Pedro Fabro, y participó en el Concilio de Trento
en 1547 y en 1562, expresamente llamado por el obispo de Augsburgo,
cardenal Otto Truchsess von Waldburg. En esa ocasión comenzó a usar la
forma latina de su nombre.
En el espíritu de la Reforma católica
promovida por el Concilio tridentino, su principal misión fue el
despertar las raíces espirituales de los fieles individuales y del
cuerpo de la Iglesia en su conjunto.
Recorriendo Europa
Después
de un breve tiempo en Roma y en Messina, fue enviado al ducado de
Baviera, donde trabajó como decano, rector y vice-canciller de la
universidad de Ingoldstadt. Luego en Viena, donde fue administrador de
la Diócesis y popularísimo predicador en la Catedral de San Esteban,
dedicándose también al ministerio pastoral en hospitales y cárceles. En
1556 fue nombrado primer Padre provincial de la Provincia de la
Alemania Superior. Creó en los países germánicos una red de comunidades y
colegios jesuitas, siempre en el espíritu de apoyo a la reforma
católica; con el mismo fin, participó en importantes negociaciones, en
calidad de representante oficial de la Iglesia.
“En su amorosa
providencia, - ha escrito san Juan Pablo II en su carta a los Obispos
alemanes con ocasión del IV centenario de su muerte - Dios hizo de san
Pedro Canisio su propio embajador en un período en el que la voz del
anuncio católico de fe en los Países de lengua alemana arriesgaba con
silenciarse.”
“Embajador del anuncio católico”
“San Pedro
Canisio transcurrió buena parte de su vida en contacto con las personas
socialmente más importantes de su tiempo y ejercitó una influencia
especial con sus escritos. Fue editor de las obras completas de san
Cirilo de Alejandría y de san León Magno, de las Cartas de san Jerónimo y
de las Oraciones de san Nicolás de Fluë. Publicó libros de devoción en
varias lenguas, las biografías de algunos Santos suizos y muchos textos
de homilética. Pero sus escritos más difundidos fueron los tres
Catecismos compuestos entre 1555 y 1558. El primer Catecismo estaba
destinado a los estudiantes en condiciones de entender nociones
elementales de teología; el segundo a los muchachos del pueblo para una
primera instrucción religiosa; el tercero a los chicos con una formación
escolástica a nivel de escuelas medias y superiores. La doctrina
católica era expuesta con preguntas y respuestas, brevemente, en
términos bíblicos, con mucha claridad y sin acentos polémicos. Solamente
durante el lapso de su vida ¡las ediciones de este Catecismo han sido
200!”
Su actividad en favor de la Reforma católica, sostenida por
maneras afables y corteses, encontró el pleno favor ya sea del
emperador Fernando I que del papa Gregorio XIII: no amaba subrayar
herejías o errores en la doctrina sino evidenciar los aspectos de
perenne novedad de la doctrina católica.
En sus últimos años
fundó en Friburgo (Suiza) en 1580, el colegio Sankt Michael, que luego
fue transferido a Feldkirch y finalmente a St. Blasien en la Selva
Negra. A su muerte, el 21 de diciembre de 1597, fue sepultado en la
iglesia universitaria de Friburgo Sankt Michael.
Conexiones:
Papa Benedicto XVI, audiencia general del 9 de febrero 2011
https://w2.vatican.va/content/benedict-xvi/it/audiences/2011/documents/hf_ben-xvi_aud_20110209.html
Papa Juan Pablo II, carta a los Obispos alemanes con ocasión del IV centenario de la muerte de Pedro Canisio
http://w2.vatican.va/content/john-paul-ii/it/letters/1997/documents/hf_jp-ii_let_19970925_canisio.html
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