Santo 10 de Octubre : San Francisco Borgia, Jesuita, Bisnieto del Papa Alejandro VI y Patrono de los Terremotos y de Portugal
Francis
Borgia (1510-1572) renunció a una riqueza, poder y privilegios
increíbles como noble español para ingresar a la Compañía de Jesús,
donde su experiencia lo llevó al liderazgo como el tercer superior
general de la joven Compañía de Jesús. Hijo mayor del tercer duque de
Gandía, Borgia nació en el palacio familiar de Valencia. Su bisabuelo
por parte de padre fue el Papa Alejandro VI, y el abuelo de su madre fue
el Rey Fernando el Católico.
Al igual que otros jóvenes nobles, fue entrenado para la vida en la corte y en 1522 fue nombrado paje de su prima Catalina, la hermana del emperador Carlos V, quien lo invitó a regresar a la corte después de estudiar filosofía durante tres años. En 1529 se casó con Leonor de Castro de Portugal, primera dama de honor de la emperatriz Isabel. Borgia, de 20 años, fue honrado por el emperador que lo nombró marqués de Llombai y lo puso a cargo de la casa imperial. Durante los siguientes 10 años, Francisco y Leonor tuvieron ocho hijos y vivieron en gran familiaridad con Carlos e Isabel hasta que la emperatriz murió inesperadamente el 1 de mayo de 1539.
Su muerte condujo directamente a la conversión de Borgia cuando Francisco acompañó al cortejo fúnebre al lugar del entierro en la capilla real de Granada. Cuando se abrió el ataúd, no vio el hermoso rostro de la reina de 36 años, sino un rostro irreconocible. No queriendo servir a otro maestro que moriría, comenzó a dedicarse a la oración y la penitencia.
A su regreso de Granada, fue nombrado virrey de Cataluña en junio de 1539 y luego se convirtió en el cuarto duque de Gandía tras la muerte de su padre cuatro años después. Regresó al palacio familiar para administrar sus bienes, pero al morir su esposa Leonor el 27 de marzo de 1546, resolvió dedicar el resto de su vida al servicio de Dios. Estaba familiarizado con los jesuitas, habiendo fundado un colegio jesuita en Gandía y siendo amigo personal del padre Peter Favre a quien pidió que informara a Ignacio de su decisión. Ignacio le dio la bienvenida a la Sociedad, pero le recomendó que no se lo dijera a nadie hasta que arreglara los asuntos de sus hijos y terminara de estudiar teología. Mientras tanto, el fundador de los jesuitas animó al duque a seguir viviendo como un noble. Francisco pronunció sus votos como jesuita el 1 de febrero de 1548 y el 20 de agosto de 1550 obtuvo un doctorado en teología de la universidad que él mismo había fundado.
Como 1550 era Año Santo, Francisco aprovechó para hacer una peregrinación a Roma para poder visitar a Ignacio y concertar su entrada pública en la Compañía de Jesús. Dejó su hogar en Gandía, para nunca volver a verlo, y se alojó en la residencia jesuita en Roma con Ignacio en lugar de aceptar la oferta del Papa Julio III de quedarse en los apartamentos Borgia en el Vaticano. Después de vivir como jesuita desde finales de octubre hasta principios de febrero de 1551, regresó a España donde renunció a su título en favor de su hijo Carlos. Tan pronto como recibió la carta del Emperador aceptando su renuncia, Francisco se puso la sotana de los jesuitas. Fue ordenado sacerdote el 23 de mayo y celebró su primera Misa en la capilla de la casa de la familia Loyola.
Durante unos años Borgia trabajó como párroco ordinario. En 1554 fue nombrado Comisario General de España, con poder sobre los provinciales de España y Portugal. Fundó el primer noviciado de España, en Simancas, y montó más de 20 colegios. No asistió a la primera congregación general, convocada casi dos años después de la muerte de Ignacio, pero regresó a Roma en 1561 a petición del Papa Pío IV. Fue elegido para ser vicario general cuando el padre James Laínez, quien sucedió a Ignacio como superior general, asistió a la última sesión del Concilio de Trento. Al regreso de Laínez, Borgia se convirtió en asistente para España y Portugal, y luego fue elegido para suceder a Laínez después de su muerte en 1565.
Borgia se desempeñó como tercer superior general de los jesuitas durante siete años y se dedicó a revisar las reglas de la Sociedad, expandir sus misiones en India y las Américas y guiar el crecimiento de la joven Sociedad.
Su proyecto final fue una misión a España acompañando al cardenal Michele Bonelli en un esfuerzo por asegurar la ayuda de España contra los turcos. Los dos eclesiásticos partieron de Roma en junio de 1571 y llegaron a Barcelona a finales de agosto. Borgia se sintió abrumado por la recepción que recibió de personas que lo habían conocido como un noble y honraron su elección de vida religiosa. En diciembre Borgia partió de España rumbo a Francia para continuar la misión diplomática, pero enfermó de fiebre y pleuresía a causa del frío inusual. Tuvo que pasar semanas descansando en Turín en el viaje de regreso a Roma y luego se quedó con unos familiares en Ferrara durante el verano. Finalmente partió para Roma el 3 de septiembre de 1572, acostándose inmediatamente después de su llegada. Su última enfermedad duró tres días antes de que el general de 61 años muriera durante la noche del 30 de septiembre.
Recopilado y editado originalmente por: Tom Rochford, SJ
Fuente: Jesuits Global
Al igual que otros jóvenes nobles, fue entrenado para la vida en la corte y en 1522 fue nombrado paje de su prima Catalina, la hermana del emperador Carlos V, quien lo invitó a regresar a la corte después de estudiar filosofía durante tres años. En 1529 se casó con Leonor de Castro de Portugal, primera dama de honor de la emperatriz Isabel. Borgia, de 20 años, fue honrado por el emperador que lo nombró marqués de Llombai y lo puso a cargo de la casa imperial. Durante los siguientes 10 años, Francisco y Leonor tuvieron ocho hijos y vivieron en gran familiaridad con Carlos e Isabel hasta que la emperatriz murió inesperadamente el 1 de mayo de 1539.
Su muerte condujo directamente a la conversión de Borgia cuando Francisco acompañó al cortejo fúnebre al lugar del entierro en la capilla real de Granada. Cuando se abrió el ataúd, no vio el hermoso rostro de la reina de 36 años, sino un rostro irreconocible. No queriendo servir a otro maestro que moriría, comenzó a dedicarse a la oración y la penitencia.
A su regreso de Granada, fue nombrado virrey de Cataluña en junio de 1539 y luego se convirtió en el cuarto duque de Gandía tras la muerte de su padre cuatro años después. Regresó al palacio familiar para administrar sus bienes, pero al morir su esposa Leonor el 27 de marzo de 1546, resolvió dedicar el resto de su vida al servicio de Dios. Estaba familiarizado con los jesuitas, habiendo fundado un colegio jesuita en Gandía y siendo amigo personal del padre Peter Favre a quien pidió que informara a Ignacio de su decisión. Ignacio le dio la bienvenida a la Sociedad, pero le recomendó que no se lo dijera a nadie hasta que arreglara los asuntos de sus hijos y terminara de estudiar teología. Mientras tanto, el fundador de los jesuitas animó al duque a seguir viviendo como un noble. Francisco pronunció sus votos como jesuita el 1 de febrero de 1548 y el 20 de agosto de 1550 obtuvo un doctorado en teología de la universidad que él mismo había fundado.
Como 1550 era Año Santo, Francisco aprovechó para hacer una peregrinación a Roma para poder visitar a Ignacio y concertar su entrada pública en la Compañía de Jesús. Dejó su hogar en Gandía, para nunca volver a verlo, y se alojó en la residencia jesuita en Roma con Ignacio en lugar de aceptar la oferta del Papa Julio III de quedarse en los apartamentos Borgia en el Vaticano. Después de vivir como jesuita desde finales de octubre hasta principios de febrero de 1551, regresó a España donde renunció a su título en favor de su hijo Carlos. Tan pronto como recibió la carta del Emperador aceptando su renuncia, Francisco se puso la sotana de los jesuitas. Fue ordenado sacerdote el 23 de mayo y celebró su primera Misa en la capilla de la casa de la familia Loyola.
Durante unos años Borgia trabajó como párroco ordinario. En 1554 fue nombrado Comisario General de España, con poder sobre los provinciales de España y Portugal. Fundó el primer noviciado de España, en Simancas, y montó más de 20 colegios. No asistió a la primera congregación general, convocada casi dos años después de la muerte de Ignacio, pero regresó a Roma en 1561 a petición del Papa Pío IV. Fue elegido para ser vicario general cuando el padre James Laínez, quien sucedió a Ignacio como superior general, asistió a la última sesión del Concilio de Trento. Al regreso de Laínez, Borgia se convirtió en asistente para España y Portugal, y luego fue elegido para suceder a Laínez después de su muerte en 1565.
Borgia se desempeñó como tercer superior general de los jesuitas durante siete años y se dedicó a revisar las reglas de la Sociedad, expandir sus misiones en India y las Américas y guiar el crecimiento de la joven Sociedad.
Su proyecto final fue una misión a España acompañando al cardenal Michele Bonelli en un esfuerzo por asegurar la ayuda de España contra los turcos. Los dos eclesiásticos partieron de Roma en junio de 1571 y llegaron a Barcelona a finales de agosto. Borgia se sintió abrumado por la recepción que recibió de personas que lo habían conocido como un noble y honraron su elección de vida religiosa. En diciembre Borgia partió de España rumbo a Francia para continuar la misión diplomática, pero enfermó de fiebre y pleuresía a causa del frío inusual. Tuvo que pasar semanas descansando en Turín en el viaje de regreso a Roma y luego se quedó con unos familiares en Ferrara durante el verano. Finalmente partió para Roma el 3 de septiembre de 1572, acostándose inmediatamente después de su llegada. Su última enfermedad duró tres días antes de que el general de 61 años muriera durante la noche del 30 de septiembre.
Recopilado y editado originalmente por: Tom Rochford, SJ
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