Santa Misa Online - Lecturas y Video Sábado 12 de Octubre 2024 - #Eucaristía en Tu Iglesia Virtual


Sábado de la XXVII semana del Tiempo ordinario
Acto de Comunión Espiritual por San Alfonso María de Ligorio Creo, Jesús mío, que estás real y verdaderamente en el cielo y en el Santísimo Sacramento del Altar. Os amo sobre todas las cosas y deseo vivamente recibirte dentro de mi alma, pero no pudiendo hacerlo ahora sacramentalmente, venid al menos espiritualmente a mi corazón. Y como si ya os hubiese recibido, os abrazo y me uno del todo a Ti. Señor, no permitas que jamás me aparte de Ti. Amén.
Lectionary: 466
Primera lectura
Gal 3, 21-29

Hermanos: Si la ley dada por medio de Moisés fuera capaz de dar la vida, su cumplimiento bastaría para hacer justos a los hombres. Pero, en realidad, la ley escrita aprisionó a todos bajo el pecado para que, por medio de la fe en Jesucristo, los creyentes pudieran recibir los bienes prometidos.

Antes de que llegara la etapa de la fe, estábamos presos y bajo la custodia de la ley, en espera de la fe que estaba a punto de manifestarse. De modo que la ley se hizo cargo de nosotros, como si fuéramos niños, para conducirnos a Cristo, a fin de que fuéramos justificados por la fe. Pero una vez que la fe ha llegado, ya no estamos sujetos a la ley.

Así pues, todos ustedes son hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús, pues, cuantos han sido incorporados a Cristo por medio del bautismo, se han revestido de Cristo. Ya no existe diferencia entre judíos y no judíos, entre esclavos y libres, entre varón y mujer, porque todos ustedes son uno en Cristo Jesús. Y si ustedes son de Cristo, son también descendientes de Abraham y la herencia que Dios le prometió les corresponde a ustedes.
Salmo Responsorial
Salmo 104, 2-3. 4-5. 6-7

R. (8a) El Señor nunca olvida sus promesas.
Entonen en su honor himnos y cantos;
celebren sus portentos.
Del nombre del Señor enorgullézcanse
y siéntase feliz el que lo busca. R.
R. El Señor nunca olvida sus promesas.
Recurran al Señor y a su poder
y a su presencia acudan.
Recuerden los prodigios que él ha hecho,
sus portentos y oráculos. R.
R. El Señor nunca olvida sus promesas.
Descendientes de Abraham, su servidor;
estirpe de Jacob, su predilecto,
escuchen: el Señor es nuestro Dios
y gobiernan la tierra sus decretos. R.
R. El Señor nunca olvida sus promesas.
Aclamación antes del Evangelio
Lc 11, 28

R. Aleluya, aleluya.
Dichosos los que escuchan la palabra de Dios
y la ponen en práctica, dice el Señor.
R. Aleluya.
Evangelio
Lc 11, 27-28
En aquel tiempo, mientras Jesús hablaba a la multitud, una mujer del pueblo, gritando, le dijo: “¡Dichosa la mujer que te llevó en su seno y cuyos pechos te amamantaron!” Pero Jesús le respondió: “Dichosos todavía más los que escuchan la palabra de Dios y la ponen en práctica”.

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