La Natividad de la Santísima Virgen María
Día de su fiesta la saluda la Liturgia: "Celebramos el nacimiento de la
Virgen María... Celebramos con gozo... De Ana y de Joaquín, oriente de aquella estrella divina, sale su luz
clara y digna de ser pura eternamente: el alba más clara y bella no le
puede ser igual, que, en con ser estrella, es tal, que el mismo Sol nace
de ella. No le iguala lumbre alguna de cuantas bordan el cielo, porque
es el humilde suelo de sus pies la blanca luna: nace en el suelo tan
bella y con luz tan celestial, que, con ser estrella, es tal, que el
mismo Sol nace de ella". Cantamos de todo corazón la gloria de Cristo, en esta festividad
del Nacimiento de la Virgen María... Hoy es el Nacimiento de María
Santísima, cuya vida ilustra de esplendor a todas las Iglesias... Hoy ha
nacido la Virgen María del linaje de David. Por ella vino la salvación
del mundo a los creyentes, y por su vida gloriosa todo el orbe quedó
iluminado... Tu nacimiento, Virgen Madre de Dios, anunció la alegría de
todo el mundo... Todos los textos de la Liturgia de las Horas y de la
Eucaristía son piropos a esta Mujer sencilla y humilde, pero a la vez la
más grande que jamás vieron los siglos, que acaba de nacer...
Así canta el himno de Laudes de esta fiesta. Y el de vísperas no es
menos encantador: "Canten hoy, pues nacéis Vos, los ángeles, gran
Señora, y ensáyense desde ahora, para cuando nazca Dios. Canten hoy,
pues a ver vienen, nacida su Reina bella, que el fruto que esperan de
ella es por quien la gracia tienen. Digan, Señora, de Vos, que habéis de
ser su Señora, y ensáyense, desde ahora, para cuando nazca Dios".
En estas dos encantadoras poesías se halla sintetizada la rica
espiritualidad de este día. Hoy celebramos en una misma fiesta el
venturoso nacimiento de la Virgen María y la imposición de su Nombre que
antes celebrábamos el día doce de este mismo mes. Nada dice la Palabra
de Dios sobre este gran acontecimiento que pasó por alto en tiempo de
María, pero que marcaría para siempre este día. Nace María, de la cual
nacerá el mismo Hijo de Dios que nos traerá la salvación.
¿Por qué celebrar el Nacimiento de María el ocho de septiembre? Esta
fiesta es anterior en la Iglesia Romana y en Oriente a la del 8 de
diciembre, la Inmaculada. Se celebraba esta fecha y más adelante se
colocó la Inmaculada el día que hoy la celebramos.
¡Felicidades, Madre! Felicidades por Ti, por tu nacimiento. Felicidades,
Madre, porque ibas creciendo en el obscuro camino de la fe.
Felicidades, Virgen peregrina, porque nos enseñas la ruta de la
santidad. Felicidades, Madre, porque un día, un mes, en un lugar, de
unos padres... naciste cojeo cualquiera de nosotros y sin embargo de Ti
nacería el Salvador del mundo unos años después. Felicidades, la pobre
de Nazareth. Felicidades, Madre, porque todos felicitarán "a la amada,
la paloma única, la perfecta". Felicidades, Madre, porque eres la cima,
la altura donde reside la divinidad. Felicidades, Madre, porque eres la
"Tierra de delicias" como te llama Malaquiás. Felicidades, Madre, porque
eres la Madre de Dios y mía también.
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