
Nuestra Señora del Carmen
"Las Sagradas Escrituras celebran la belleza del Carmelo, donde el
profeta Elías defendió la pureza de la fe de Israel en el Dios vivo. En
el siglo XII algunos eremitas se retiraron a aquel monte, construyendo
más tarde una Orden dedicada a la vida contemplativa, bajo el patrocinio
de la Virgen María".
Con estas palabras presenta la liturgia de este día el libro oficial de la Iglesia.
Y
el Martirologio de este día, reza así: "Conmemoración solemne de la
Bienaventurada Virgen María del Monte Carmelo, a la cual la Familia
carmelitana consagra este día por los innumerables beneficios recibidos
de la misma Santísima Virgen, en señal de servidumbre".
Y
profundizando aún más en el rico significado de esta fiesta del Carmen,
que para muchas partes del mundo es casi fiesta de precepto o fiesta
llena de un rico simbolismo y folklore cristiano y hondamente popular,
un estudioso y profundo conocedor de esta fiesta y de todo que se
refiere al Carmelo escribió: "Conmemoración Solemne de la Virgen del
Carmen: Fiesta de los beneficios de María al Carmelo: Fiesta de la
Consagración del Carmelo a María. Durante todo el año conservamos un
recuerdo de gratitud por los beneficios que hemos recibido de María,
pero 33 el 16 de julio está dedicado expresamente a rendir un homenaje
solemne de agradecimiento.
El Oficio de Nuestra Santísima Madre
semeja una sinfonía musical en que se cantan las relaciones de María y
la Familia carmelitana..." (P. Xiberta + 1967).
La Orden del
Carmen nació a finales del siglo XII en el Monte Carmelo, especialmente
para dar culto y tratar de imitar a la Virgen María. Por ello desde los
orígenes se conoció a los religiosos carmelitas como a los "Hermanos de
la Bienaventurada Virgen María del Monte Carmelo". Aún hoy éste es el
título oficial de la Orden que fue enriquecido con muchas gracias e
indulgencias a cuantos así llamaran a los carmelitas.
Por el 1251
el Prior General de la Orden San Simón Stock (+ 1265) acudía a la
Virgen María, como Patrona de la Orden para que le liberara de los
enemigos que atentaban contra su existencia. Y para ello llegó a
componerle algunas plegarias. Ésta la cantan cada día los carmelitas:
"Oh flor del Carmelo, Viña florida, esplendor del cielo, virgen fecunda y
singular. ¡Oh Madre tierna!, intacta de hombre, a los carmelitas,
proteja tu nombre (da privilegios) estrella del mar".
Una noche,
la tradición dice que fue el 16 de julio de 1251, se le apareció la
Virgen María llevando el escapulario del Carmen en sus manos y le dijo:
"Éste será el privilegio para ti y todos los carmelitas: quien muriere
con él no padecerá el fuego eterno, es decir, el que con él muriese, se
salvará".
Desde entonces empezó a divulgarse esta devoción por
todas partes, especialmente por los países latinos, hasta llegar a ser
una "devoción católica o universal como la misma Iglesia" en expresión
del Cardenal Gomá (+ 1940).
Hoy la Orden del Carmen en todas sus
múltiples ramas masculinas, femeninas y los millares y hasta millones de
seglares que visten el escapulario del Carmen -el más popular de todos
los escapularios que venera la Iglesia- se halla extendida por todas
partes y dan a conocer a la Virgen María bajo esta popular advocación
del CARMELO.
Es Patrona la Virgen del Carmen de varias Naciones y
Gremios, y especialmente la venera como Madre y como Reina la gente del
Mar.
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