Santo del Dia 30 Julio San Crisólogo un Obispo con les Palabras de Oro





SAN PEDRO CRISÓLOGO - (405 - 450)
Nació en Imola, en Emilia. El mismo nos dice que su padre había llegado a ser Obispo de esa ciudad (Sermón l65). Bautizado e instruido en la religión cristiana desde muy joven, pronto se ordenó de diácono. Bajo el pontificado de Sixto lll, entre 432 y 440, fue nombrado obispo de Revena. Como si hubiera sido designado por el propio apóstol Pedro, pues el Papa lo escogió en lugar del candidato que le presentaba el pueblo.
Rápidamente conocio del mundo católico por sus virtudes, su ciencia y su elocuencia, fue consultado por el heresiarca Eutiques cuando sus primeras disputas con el arzobispo de Constantinopla (449). Su respuesta, conservada en la colección de las cartas de San León, está enla línea de política de este gran Papa, puesto que declara que el juicio definitivo, tanto en materia doctrinal como disciplinaria, le corresponde al Romano Pontífice, porque “en su persona es siempre el Apóstol Pedro quien sebrevive y preside para ofrecer la Verdad de la Fe a cuantos la busquen”.

De los 725 sermones que se le atribuyen, varios son de una autenticidad discutible, y por el contratrio se les podrían agregar otros inéditos o perdidos. Sólo algunos tienen un contenido dogmático, y tratan sobre de la Encarnación, refutando las herejías corrientes sobre esta materia: arrianismo, nestorianismo, eutiquismo. Siete son explicaciones del Símbolo (Sermones 56-62). Y siete son comentarios de la oración dominical (77-82), destinados verosímilmente a los catecúmenos para la víspera del baautismo. Los otros discursos, de ordinario muy breves, son homilías, cuyo tema está sacado de textos escriturarios leídos durante los oficios litúrgicos: son ante todo exhortaciones morales que de paso propercionan una descripción de las costumbres cristianas en la primera mitad del siglo V, recriminando su grosera depraavación. Una de sus sentencias se ha hecho célebre: “El que quiera holgarse con el diablo no podrá regocijarse con Cristo”.
Un día que predicaba él sobre el episodio evangélico de la hemorroísa, habló con tal vehemencia que pronto le faltó la voz. El auditorio se conmovió por ello de tan manera que estalló en sollozos, clamores y suplicaciones que reemplazaron la palabra del orador. El Santo dio gracias a Dios de que su desfallecimiento hubiese dado lugar a un ímpetu de arrepentimiento y de caridad.

La tradición que le ha puesto el nombre de “Crisólogo” ---palabra de oro--- lo hace así un émulo de San Juan “Crisóstomo” ----boca de oro----. No tiene sin embargo la misma envergadura que el Patriarca de Constantinopla, al menos en el dominio de la teología. Fue proclamado Doctor de la Igleisa por el Papa Benedicto Xlll en l729.



A mediados del siglo V, el Imperio Romano de Occidente se
hallaba ya en franca decadencia. En Rávena, su capital, la
tercera parte de los habitantes profesaban aún el paganismo o
la religión judía; el resto eran cristianos, aunque no faltaban
entre ellos los que habían sido engañados por las herejías
nestoriana y monofisita, que entonces se hallaban en auge.

En estas circunstancias, San Pedro Crisólogo fue consagrado
Arzobispo de Rávena, bajo el pontificado de Sixto lIl (en torno al
año 430). Había nacido en la actual Imola (Italia) hacia el año
380. Pocos datos más se conservan de su vida: en el 445
asistió a la muerte de San Germano de Auxerre y, tres o cuatro
años después, escribió a Eutiques, presbítero de
Constantinopla, que negaba que Cristo fuera perfecto hombre
(que tuviera una naturaleza humana completa), invitándole a
que se sometiera a las decisiones del Romano Pontífice. Murió
en su ciudad natal, probablemente el 3 de diciembre del año
450.

Actualmente se consideran como obras auténticas, además
de la carta a Eutiques, una colección de más de ciento ochenta
sermones. Este elevado número testimonia la intensa labor
pastoral del Crisólogo (apelativo que significa «palabra de oro»,
con el que es conocido). La mayor parte se centran en la
explicación de los textos de la Sagrada Escritura leídos durante
la Misa; otros—en número muy inferior—son directamente
dogmáticos, y se refieren sobre todo a la Encarnación, a la
gracia, a la vida cristiana y al reconocimiento del primado del
Papa. Un tercer grupo recoge su predicación a los catecúmenos
que se preparaban para ser bautizados, con explicaciones del
Credo y del Padrenuestro.

LOARTE

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SAN PEDRO CRISÓLOGO fue obispo de Rávena y murió hacia el 450; se conservan muchos sermones suyos. ARNOBIO EL JOVEN murió después del 451, y vivía en Roma desde que escapó de la invasión de los vándalos en África, donde tal vez había sido monje; fue semipelagiano y discrepó de las doctrinas de San Agustín. SAN QUODVULTDEUS, obispo de Cartago, desterrado por los vándalos, murió en Campania hacia el 453.

Fuente: https://mercaba.org/TESORO/san_pedro_crisologo.htm

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