Santo 15 de Enero : San Pablo el Ermitaño - el 1er Ermitaño que fue Alimentado Diariamente por un Pájaro y Murió a los 112 Años

 
 

Documento fundamental de la hagiografía relativa al eremita Pablo es la Vita escrita por san Jerónimo, que figura en gran número de manuscritos, completada por otros textos redactados en diversas lenguas. En cuanto a los datos biográficos fijados por la tradición, cabe recordar el nacimiento de Pablo en el año 228, en tiempo de Alejandro Severo. De familia muy rica, recibió una educación esmerada y se dedicó a los estudios.

Jerónimo escribe de él que, ya de adolescente, dominaba con soltura las culturas griega y egipcia. Pero se topó muy pronto con la maldad de los hombres, pues durante la persecución de Decio, su cuñado lo denunció para apoderarse de sus riquezas. Pablo huyó, madurando, en el ínterin, la decisión de dejar el mundo para vivir en soledad absoluta. Pudo realizar muy pronto esta opción, ya que al llegar, huyendo, a la Baja Tebaida, se encontró frente a una cueva, que introducía en un laberinto de grutas excavadas en la roca viva, refugio, en un tiempo, de falsarios que fabricaban monedas. Más allá de la cueva, una palmera invisible desde el exterior le ofrecía sus dátiles, y, al lado, un breve curso de agua le garantizaba ayuda contra la sed. Pablo sintió que en aquella soledad podría encontrar la más perfecta unión con Dios y decidió quedarse allí para siempre. Su opción vital se vio refrendada por una confirmación sobrenatural: un cuervo lo visitaba todos los días, trayéndole una ración de pan.
Los textos no hablan de los noventa años transcurridos en aquella soledad, dando en cambio gran importancia al prodigioso epílogo de la jornada terrena de Pablo, que recibió, ultracentenario, la visita de Antonio abad, conducido a él por la voluntad divina, expresada en una serie continua de milagros. El santo abad logró llegar a la morada de Pablo, desconocida para él, guiado por varias intervenciones milagrosas: encuentros con un hipocentauro, un fauno y una loba. 

Un cuervo les llevaba a la cueva una doble ración de pan, y Pablo, presintiendo, al término de las santas conversaciones, próximo su fin, hizo prometer a Antonio que le envolvería, para la sepultura, en el manto que le había regalado Atanasio de Alejandría. Mientras iba hacia el monasterio en busca del manto, Antonio vio el alma de Pablo subir al cielo entre el esplendor de los ángeles y, vuelto a la cueva, envolvió su cuerpo en el manto para sepultarlo en la fosa que le habían abierto dos leones. En la Vita de Jerónimo, y en los textos que dependen de la misma, son dignos de relieve, por una parte, el silencio absoluto sobre las experiencias espirituales hechas en los noventa años de vida eremítica, y, por la otra, la ininterrumpida presencia de lo prodigioso, en formas cuya finalidad no es fácil adivinar, salvo, bien entendido, la de imbuir en el lector la idea de que todo, en el santo eremita, llevaba el signo de lo absoluto y de la intervención de Dios. Es significativa, asimismo, en el texto de Jerónimo la voluntad de presentar a Pablo como un eremita culto y de confrontar su elección de desapego absoluto de los hombres y del mundo con la de Antonio, padre y maestro de ascetas, aunque involucrado en las cuestiones de la historia y de la Iglesia.

 La memoria de nuestro santo está fijada ahora, en el Martirologio Romano, el 15 de enero, y en otras fuentes el 10. Las reliquias llegaron a Occidente tras la toma de Constantinopla por parte de los latinos, y el cuerpo pasó en 1381 a Buda, a petición de la Orden de San Pablo Ermitaño. Motivo constante, en la iconografía, es el encuentro de Pablo con Antonio (destaca, entre ellos, el lienzo de Diego Velázquez, en el Museo del Prado de Madrid) y su sepultura por obra de los leones. Texto de G. Cremascoli Nota complementaria: La Orden de San Pablo el Primer Eremita, conocidos como monjes Paulinos, fue fundada en el año 1250 por el Beato Eusebio de Estrigonia. El Fundador unió en una comunidad a todos los ermitaños que habitaban el área de la actual Hungría y los países de la ex-Yugoslavia. 

La vida monacal se basó en la Regla de San Agustín, mientras que San Pablo de Tebas, nombrado Primer Ermitaño en la Tradición cristiana, fue escogido como Patriarca y Modelo de la Orden. Actualmente, la Orden cuenta con alrededor de 500 monjes, con monasterios en diversos paises. En octubre de 2011, los primeros Paulinos llegaron a Yuste (Cáceres), siendo la primera comunidad de la Orden en un país de lengua española.

Fuente de https://www.pastoralsantiago.org/wp-content/uploads/2022/01/San-Pablo-llamado-el-Primer-Ermitano.pdf

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